Los aficionados al mar a menudo no pueden permitirse tener su propio barco, pues los costes de mantenimiento y las reparaciones hacen que se trate de un pequeño lujo que no todo el mundo puede pagar. Es por eso que muchos aficionados se deciden por el alquiler para disfrutar de sus actividades preferidas sin que por ello tengan que empeñarse ni prescindir de su afición.
Cuando hablamos de alquiler de barcos en Menorca se puede considerar un paraíso para los amantes de estos inventos, no solo por la oferta que se puede encontrar sino por formar parte de uno de los archipiélagos más atractivos para poder disfrutar de contemplar hermosas escenas. Las islas baleares tienen un encanto especial y Menorca se alza como líder; y muchos de sus rincones permanecen casi vírgenes como si esperaran recibir a los aficionados a las embarcaciones para ofrecerles su encanto natural.
Podemos alquilar un barco incluso si no tenemos idea de cómo se navega, porque en Menorca es posible encontrar barcos de alquiler con patrón y que sus patrones gobiernan mientras nosotros nos dedicamos a disfrutar simplemente de navegar, una opción fabulosa para quienes no tenemos la pericia ni los conocimientos necesarios para poder llevar una embarcación en mar abierto.
Gran oferta de barcos de alquiler
Pero si lo que queremos es llevar nosotros mismos uno de estos vehículos, además del alquiler de todo tiepo de embarcaciones, Menorca nos ofrece una amplia oferta en al que todo el mundo tiene su sitio. Desde el alquiler de cómodas lanchas con las que llegar a las más recónditas orillas hasta lujosos yates de recreo con las instalaciones más completas y modernas pasando por los típicos llauts menorquines y otros muchos vehículos acuáticos, los límites parecen no existir en una de las islas más visitadas del mar Mediterráneo y desde la que se pueden organizar actividades de todo tipo, tanto mar adentro como un poco más cerca de la costa.
Qué actividades puedes hacer con un barco alquilado
Las actividades que se pueden realizar alquilando un barco son muchas y muy variadas.
Podemos dedicarnos a recorrer el perímetro de la isla y observar desde el mar toda la orografía del terreno, sus playas, sus puertos y calas, entre otros atractivos.
También podemos adentrarnos un poco más en el mar y echar las cañas para pasar una deliciosa jornada de pesca en la que nos podemos llevar más de una sorpresa, y hasta descubrir algunos de los secretos mejor guardados de las baleares en los arrecifes que se pueden visitar tanto en los alrededores de Menorca como del resto de las islas.
También podemos viajar de puerto en puerto y conocer más de cerca los pueblos que tienen salida al mar, como por ejemplo la capital de la isla que lleva el mismo nombre o San Antonio, ambos puertos con conexiones a las principales ciudades de España que hay frente a las islas como Barcelona, Valencia o Denia. Dejar el barco en uno de los puertos y adentrarse un poco también puede ser una buena idea, sobre todo si se quiere pasar una jornada de compras para volver de nuevo al barco a seguir disfrutando.
Más allá de Menorca , se puede coger la embarcación y acercarse a la gran isla de Mallorca o incluso llegar hasta Formentera, que también tiene entre sus atractivos una costa de color azul profundo que hará las delicias de los aficionados a la fotografía.
Los amantes del mar y de la náutica saben que desde un barco se pueden hacer muchas cosas, y ese es uno de los atractivos que tiene navegar. Quien se piense que subirse a un barco es dedicar todo el día a estar en el agua y yendo de un lado a otro sin hacer ninguna otra cosa es que no sabe de lo que está hablando. Menorca es un claro ejemplo de lo que se puede encontrar uno cuando alquila un barco para disfrutar, no solo de unas vacaciones, sino de descubrir lugares durante todo el año.
Es cierto que durante los meses de verano el número de personas que se acercan a esta isla, al igual que las que hay a su alrededor, aumenta, pero quienes tienen unos días libres fuera de temporada también pueden disfrutar de lo que Menorca ofrece y está dispuesta a dar siempre. Muchos ciudadanos europeos incluso vinieron de visita y terminaron quedándose a vivir, lo que muestra los mucho que puede atraer y gustar este destino. Y para disfrutarlo no hay una idea mejor que la de alquilar un barco y recorrer tranquilamente una de las islas más bonitas del mundo tanto cuando se llena de visitantes como cuando se mantiene más tranquila y callada.